Cuando un niño asiste a una clase de arte y observa una pintura o una escultura de un gran maestro se pregunta, ¿cómo lo haría?, ¿que sentiría en ese momento?, ¿cómo era su vida?
Cuando un niño que asiste a clases de música escucha una sinfonía de un gran maestro, también se pregunta, ¿que sentiría?, ¿cómo era?, ¿cómo era su vida?
Al hacerse estas preguntas el niño termina aprendiendo la historia que rodeaba a ese artista, la asociará con el y no la olvidará fácilmente.
Cuando un niño tiene que estudiar, porque sí, una clase de historia o geografía, termina presentando un examen y al final olvidando lo que sin interés estudió.
Los colegios de hoy en día tienen el gran reto de educar seres integrales y para esto es indispensable que no solo se impartan clases de matemáticas, lenguaje, ciencias o historia y geografía.
El niño que se identifica más con su colegio, que lleva su símbolo con orgullo, que no le fastidia ir al colegio, es el que generalmente participa en una actividad extracurricular como música, el coro del colegio o el conservatorio, pintura, escultura o artes plásticas, un equipo deportivo, el grupo de teatro o de fotografía.
Con estas actividades extracurriculares, los niños crean alianzas primero en los colegios y luego en las universidades.
Generalmente el niño escoge la actividad a la que quiere pertenecer y la palabra clave en esto es “motivación”. Motivación (la que mueve).
Creo que es imperante entender que el niño de hoy, tiene una gran sed de conocimiento y que nosotros los que de algún modo impartimos alguno, tenemos el reto de ser motivadores, de canalizar esta sed.
Creo que la música, el arte y el deporte, por nombrarlas de alguna manera porque considero a la música un arte también, no pueden ser materias extras, porque son motivadoras.
Decía Emil Friedman que no hay cultura sin cultura musical.
Estos niños no casualmente son los que están mas lejos de los vicios, son los que se interesan por su historia, poseen disciplina, saben la importancia de la solidaridad y terminan siendo más cultos e incluyendo dentro de esta cultura a sus familias.
Aquí en Venezuela, los padres hasta hace poco, buscaban los colegios que tenían estas materias extra cátedra por la necesidad de tener al niño ocupado en las tardes mientras cumplían con sus trabajos. Hoy en día esto está cambiando, nosotros los padres aun buscamos colegios con estas características, pero buscamos el colegio integral, hemos entendido que nuestros hijos son diferentes, son más equilibrados y están mas preparados para el futuro, haciendo arte o haciendo deporte. Aunque al final sea matemático o abogado, este niño será un hombre de bien.
Estos colegios formaran mejores individuos, concientes de su entorno y de su pasado.